La mediación es un sistema alternativo de resolución de conflictos extrajudicial que busca una solución pacífica y equitativa ante conflictos, en un entorno de respeto mutuo.
Consiste en un proceso voluntario, flexible y participativo en el que dos partes enfrentadas recurren voluntariamente a una tercera persona imparcial, el mediador, para llegar a un acuerdo satisfactorio.
La mediación familiar es también un procedimiento voluntario, sin embargo, en algunas materias, la ley exige someterse a ella, en forma previa a la demanda judicial.
Sólo en 3 casos es obligatoria: pensiones de alimentos; cuidado personal de los hijos (tuición) y relación directa y regular con los hijos (régimen de visitas).
El acuerdo a que lleguen las partes debe ser sometido a una aprobación del tribunal de familia que se denomina homologación.